Sin embargo, es menos rupturista de lo que nos inventamos, aunque por cierto mucho más cómoda y menos vertical que la vieja web amuralla por los webmasters.
Los márgenes y bordes como un gran campo a explorar, son entendidos como esas líneas divisorias que amurallan el cuerpo, tanto el cuerpo individual como el cuerpo social.
Y como la ignorancia potencia la docilidad del ignorante, estos chamanes del interés compuesto se amurallan en una palabrería indescifrable, en términos sibilinos y esotéricos.