En su huída atravesó cuatro habitaciones hasta llegar, despavorido y sin darse cuenta, al cuarto de la matrona que dormitaba con una camándula en las manos.
En su mausoleo se visualizan más de 120 placas de acción de gracias por los favores recibidos de la niña santa; además, toda clase de peluches, camándulas, flores y veladoras.