Tal y como lo expresó cierto médico neoyorquino, consideran que las irrigaciones colónicas desaparecieron con el carricoche de caballos hace ya un siglo.
Me deshice del carricoche para poder darme más prisa y en pocos minutos estaba ante un oscuro zaguán tapiado por un quiosco de revistas viejas: la fachada.
Si los vendedores ambulantes de fritangas no son dueños del carricoche, por 50 pesos diarios se lo alquilan a un tipo que es propietario de varios cachivaches.