Primero, están los ingresos discrecionales de individuos y organizaciones privadas que ellos mismos manejan y ponen a disposición de acuerdo con sus propias prioridades.
Un sistema viciado condenado a perpetuarse, salvo que una modificación legal impida la consolidación de niveles para los puestos cubiertos de forma discrecional.
Aunque en el caso de algunos delitos se requiere la aplicación de una condena obligatoria, los jueces poseen facultad discrecional al dictar una condena.