Aunque son muy distintas, las tres literaturas tienen un rasgo en común: la pugna, más ideológica que literaria, entre las tendencias cosmopolitas y las nativistas, el europeísmo y el americanismo.
El europeísmo fue planteado por los medios de comunicación desde un principio como inevitable, así como inevitables parecen ser los recortes y la pérdida de derechos.