La feminización de la fuerza de trabajo industrial ha sido analizada desde diversas perspectivas, en distintos momentos con base en diferentes fuentes de información.
La feminización de la pobreza es reforzada por un mercado laboral que mantiene la categoría de salarios altos y empleos estables exclusivamente para los hombres.
Estos porcentajes coinciden con los análisis presentado desde 2004 daban cuenta de la variación del perfil migratorio y de la feminización de la migración.