La mayoría de los cánceres de tiroides son papilares (70 %) o foliculares (10 %) y tienen una buena evolución independiente de la magnitud de la cirugía.
El nivel de tiroglobulina sérica puede ser utilizado como un marcador tumoral postoperatorio por cáncer de tiroides bien diferenciado (es decir, papilar, folicular).
Anatomopatología: demostración en el examen de la pieza quirúrgica de una hiperplasia difusa y, al menos, un nódulo folicular con estructura basedowiana.