Los rifles se representan con bayoneta triangular calada, de perfil, con el guardamonte hacia abajo y entrecruzados en ángulo recto al centro del escudo.
Güemes ostentaba los famosos guardamontes de sus legiones, haciendo juego con los que llevaban los escuadrones de gauchos que formaban parte de su escolta.
Pero estos, sus guardamontes de ciudad, si los pudiéramos llamar, no eran de manera alguna semejantes a los que usaba en campaña, ni como los que llevaban los gauchos.
Sin lugar a dudas, en el alma de todos los habitantes de esta provincia, la síntesis y esencia del gaucho salteño tiene un icono inconfundible: el guardamonte.
Escueta relación, pero suficiente para poder afirmar que sin la acción protectora del guardamonte, la actividad ecuestre no hubiera sido posible en gran parte del territorio salteño.