Garzón, representa una táctica mansa para doblegar a los insubordinados, dispositivo que se esfuma rápidamente, no sin antes anunciar una nueva agresión.
Se alejaba y, aún aturdido por el olor, empapaba la esponja en agua tibia y embestía aquellas insubordinadas manchas rojizas que se negaban a desalojar aquel desierto.