Se caracteriza por fiebre, cefalalgia, mialgia, postración, coriza, dolor de garganta y tos, lo que dificulta la determinación y aproximación diagnóstica de un agente etiológico específico.
Al examen físico se detecta una temperatura elevada, piel más caliente, facie febril (ojos brillosos, mejillas eritematosas), taquicardia, taquipnea, postración.