A pesar de que lo ubicaban en los terrenos de la cuestión económica, forzosamente abarca un universo de preparativos y sustentáculos que revuelcan el discurrir de la caduca república.
El resultado es sorprendente y maravilloso: el agujero occipital emigra de la región superior; la collumna vertebral se hace; la pelvis se concaviza como sustentáculo eficaz para el abdomen.
Diría incluso que emerge aún más espiritual, precisamente porque prescinde del sustentáculo de una religiosidad convencional, en una sublime soledad ante el universo y su belleza.