A nosotros no nos acaba de satisfacer, pues vemos en ella la tendencia reprensible de acomodar la interpretación de las narraciones bíblicas a los pareceres tornadizos de la ciencia.
En cambio, los estanqueros, rehabilitados ya en la tornadiza opinión de la época, representaban un poder efectivo y contaban con las mejores cabezas políticas del momento.
Entre ot ras cosas, porque esos intereses se hacen superlativamente tornadizos en las condiciones de una crisis económica, social y política vertiginosamente acelerada.